Historia de la República Dominicana
Cristóbal Colón llegó a la isla en su primer viaje el 5 de diciembre de 1492,1 dándole el nombre de La Española. Creyendo que los europeos
eran de alguna forma sobrenatural, los taínos les dieron la bienvenida
con todos los honores. Era una sociedad totalmente distinta de la que
venían los europeos. Guacanagarix,
el jefe anfitrión que dio la bienvenida a Cristóbal Colón y sus
hombres, los trató con amabilidad y les dio todo lo que deseaban. Sin
embargo, el sistema igualitario de los taínos se enfrentó a las estructuras del sistema feudal
de los europeos. Esto llevó a los europeos a creer que los taínos eran
débiles, y comenzaron a tratar a las tribus con más violencia. Colón
intentó mitigar esto cuando él y sus hombres se marcharon de Quisqueya, dejando a los taínos con una buena primera impresión.
Colón había consolidado una firme alianza con Guacanagarix, quien era un poderoso jefe de la isla. Después del naufragio de la Santa María, Colón decidió establecer una pequeña fortaleza con una guarnición de hombres que podrían ayudarle a reivindicar esta posesión. El fuerte se llamó La Navidad, porque los acontecimientos del naufragio y la fundación del fuerte ocurrieron el día de Navidad. La guarnición, a pesar de toda la riqueza y belleza de la isla, fue sacudida por las divisiones que terminaron en un conflicto entre estos primeros europeos. Los más rapaces comenzaron a aterrorizar a los miembros de las tribus taínas, Ciguayo y Macorix hasta el punto de intentar llevarse a sus mujeres.
Visto como débil por los españoles e incluso por algunos de su propio pueblo, Guacanagarix intentó llegar a un acuerdo con los españoles, quienes veían su sosiego como el de alguien sometido. Lo trataron con desprecio y hasta tuvieron algunas de sus esposas. El poderoso cacique de Maguana, Caonabo, no podía soportar las afrentas y atacó a los europeos, destruyendo el fuerte La Navidad. Guacanagarix estaba consternado por este giro de los acontecimientos, pero no hizo nada para ayudar, probablemente esperando que los importunos extranjeros no regresaran. Sin embargo, regresaron.
Cacicazgos de La Española a la llegada de los españoles.
En 1493, Colón regresó a la isla en su segundo viaje y fundó la primera colonia española en el Nuevo Mundo, la ciudad de La Isabela. En 1496, su hermano Bartolomé Colón estableció el asentamiento Santo Domingo de Guzmán
en la costa sur, que se convirtió en la nueva capital. Se estima que
los 400 000 taínos que vivían en la isla fueron esclavizados antes de
trabajar en las minas de oro. Como consecuencia de la opresión, el
trabajo forzoso, el hambre, las enfermedades y asesinatos en masa, se
estima que para el 1508 ese número se había reducido a alrededor de
50 000. En 1535, solo 6000 estaban vivos.2
Durante este período, la dirección española cambió de manos varias veces. Cuando Colón partió en otra exploración, Francisco de Bobadilla se convirtió en gobernador. Las acusaciones contra Colón por parte de los colonos debido a su mala gestión se agregó a la situación política tumultuosa. En 1502, Nicolás de Ovando sustituye a Bobadilla como gobernador, con un ambicioso plan para ampliar la influencia española en la región. Fue él quien tuvo un trato más brutal con la mayoría de los taínos.
Un rebelde, Guarocuya, liderando un grupo de los que habían huido a las montañas, atacaron a los españoles en varias ocasiones durante catorce años. Finalmente, los españoles le ofrecieron un tratado de paz. Además, le dieron a Enriquillo y sus seguidores su propia ciudad en 1534. La ciudad no duró mucho, ya que, varios años después de su creación, una rebelión de esclavos la quemó, matando a todos los que se encontraban dentro de la misma.
En 1501, los monarcas españoles, Fernando e Isabel,
concedieron el primer permiso a los colonizadores del Caribe para
importar esclavos africanos, los cuales comenzaron a llegar a la isla en
1503. Estos africanos han ejercido la influencia racial más dominante, y
su rica y antigua cultura ha tenido la segunda influencia tras la
europea sobre el carácter cultural y político de la moderna República
Dominicana. En 1510, la primera gran expedición, que consistió en 250
negros ladinos, llegó a La Española desde España. Ocho años más tarde esclavos de origen africano llegaron a las Indias Occidentales. La posesión española de la isla fue organizada en 1511 como la Real Audiencia de Santo Domingo. La caña de azúcar fue introducida a La Española desde las Islas Canarias, y el primer ingenio azucarero en el Nuevo Mundo fue establecido en 1516, en La Española.3
La necesidad de una mano de obra para satisfacer la creciente demanda
del cultivo de la caña de azúcar condujo a un exponencial aumento de la
importación de esclavos en las dos décadas siguientes. Los dueños de los
molinos de azúcar pronto formaron una nueva élite colonial,
convencieron al rey de España para que pudieran elegir a los miembros de
la Real Audiencia
de entre sus filas. Los colonos más pobres subsistían de la caza y las
manadas de ganado salvaje que vagaban por toda la isla y de la venta de
sus pieles.
La primera revuelta importante de esclavos en América ocurrió en Santo Domingo en 1522, cuando los musulmanes esclavizados de la nación wolof encabezaron un levantamiento en la plantación de azúcar del almirante don Diego Colón, hijo de Cristóbal Colón. Muchos de estos insurgentes lograron escapar a las montañas donde formaron comunidades cimarronas.
Si bien la caña de azúcar aumentó enormemente los ingresos de España en la isla, un gran número de los esclavos recién importados huyeron a las casi intransitables montañas en el interior de la isla, uniéndose a las crecientes comunidades de cimarrones, literalmente, "asilvestrados". En la década de 1530, las bandas cimarronas se habían vuelto tan numerosas que en las zonas rurales, los españoles solo podían viajar con seguridad fuera de sus plantaciones en grandes grupos armados. En la década de 1540, el mar Caribe había sido invadido por los piratas ingleses, franceses y holandeses. En 1541 España autorizó la construcción de la muralla de Santo Domingo, y decidió restringir los viajes por mar a los convoyes armados. Otra medida, la cual destruiría la industria azucarera de La Española, fue que en 1561 La Habana, más estratégicamente ubicada en relación con la corriente del Golfo, fue seleccionada como el punto de concentración obligatorio de las flotas mercantes, las cuales tenían un monopolio real sobre el comercio con las Américas. En 1564, las ciudades principales del interior de la isla, Santiago de los Caballeros y Concepción de La Vega, fueron destruidas por un terremoto. En la década de 1560 también los ingleses se sumaron a los franceses en los asaltos piratas habituales a los barcos españoles.
Colón había consolidado una firme alianza con Guacanagarix, quien era un poderoso jefe de la isla. Después del naufragio de la Santa María, Colón decidió establecer una pequeña fortaleza con una guarnición de hombres que podrían ayudarle a reivindicar esta posesión. El fuerte se llamó La Navidad, porque los acontecimientos del naufragio y la fundación del fuerte ocurrieron el día de Navidad. La guarnición, a pesar de toda la riqueza y belleza de la isla, fue sacudida por las divisiones que terminaron en un conflicto entre estos primeros europeos. Los más rapaces comenzaron a aterrorizar a los miembros de las tribus taínas, Ciguayo y Macorix hasta el punto de intentar llevarse a sus mujeres.
Visto como débil por los españoles e incluso por algunos de su propio pueblo, Guacanagarix intentó llegar a un acuerdo con los españoles, quienes veían su sosiego como el de alguien sometido. Lo trataron con desprecio y hasta tuvieron algunas de sus esposas. El poderoso cacique de Maguana, Caonabo, no podía soportar las afrentas y atacó a los europeos, destruyendo el fuerte La Navidad. Guacanagarix estaba consternado por este giro de los acontecimientos, pero no hizo nada para ayudar, probablemente esperando que los importunos extranjeros no regresaran. Sin embargo, regresaron.
Cacicazgos de La Española a la llegada de los españoles.
Durante este período, la dirección española cambió de manos varias veces. Cuando Colón partió en otra exploración, Francisco de Bobadilla se convirtió en gobernador. Las acusaciones contra Colón por parte de los colonos debido a su mala gestión se agregó a la situación política tumultuosa. En 1502, Nicolás de Ovando sustituye a Bobadilla como gobernador, con un ambicioso plan para ampliar la influencia española en la región. Fue él quien tuvo un trato más brutal con la mayoría de los taínos.
Un rebelde, Guarocuya, liderando un grupo de los que habían huido a las montañas, atacaron a los españoles en varias ocasiones durante catorce años. Finalmente, los españoles le ofrecieron un tratado de paz. Además, le dieron a Enriquillo y sus seguidores su propia ciudad en 1534. La ciudad no duró mucho, ya que, varios años después de su creación, una rebelión de esclavos la quemó, matando a todos los que se encontraban dentro de la misma.
Extinción taína y esclavitud africana
En el 1511, Antonio de Montesinos denunció los abusos contra los indígenas.
La primera revuelta importante de esclavos en América ocurrió en Santo Domingo en 1522, cuando los musulmanes esclavizados de la nación wolof encabezaron un levantamiento en la plantación de azúcar del almirante don Diego Colón, hijo de Cristóbal Colón. Muchos de estos insurgentes lograron escapar a las montañas donde formaron comunidades cimarronas.
Si bien la caña de azúcar aumentó enormemente los ingresos de España en la isla, un gran número de los esclavos recién importados huyeron a las casi intransitables montañas en el interior de la isla, uniéndose a las crecientes comunidades de cimarrones, literalmente, "asilvestrados". En la década de 1530, las bandas cimarronas se habían vuelto tan numerosas que en las zonas rurales, los españoles solo podían viajar con seguridad fuera de sus plantaciones en grandes grupos armados. En la década de 1540, el mar Caribe había sido invadido por los piratas ingleses, franceses y holandeses. En 1541 España autorizó la construcción de la muralla de Santo Domingo, y decidió restringir los viajes por mar a los convoyes armados. Otra medida, la cual destruiría la industria azucarera de La Española, fue que en 1561 La Habana, más estratégicamente ubicada en relación con la corriente del Golfo, fue seleccionada como el punto de concentración obligatorio de las flotas mercantes, las cuales tenían un monopolio real sobre el comercio con las Américas. En 1564, las ciudades principales del interior de la isla, Santiago de los Caballeros y Concepción de La Vega, fueron destruidas por un terremoto. En la década de 1560 también los ingleses se sumaron a los franceses en los asaltos piratas habituales a los barcos españoles.
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